ESTER(Parte VI)

Estamos en Edificada en Cristo con la serie Ester[i], en el último episodio vimos a Ester actuando de una manera controlada, una joven que fue prudente con sus palabras frente al rey Asuero, y también como esta forma de enfrentar la situación produjo la reacción favorable en Asuero, y el castigo para Amán.  A través de toda esta historia, la mano de Dios se manifiesta por medio de Su providencia para el bien, de su propio plan, de preservar Su pueblo y la redención del hombre.

En este episodio veremos cómo Dios es quien da esperanza verdadera y un motivo para gozarnos.

ESPERANZA

Ester tomó una decisión y actuó de la mano de Dios, y vemos lo que sucedió, Amán fue ahorcado, y Ester recibe la casa de Amán, leamos.

Ester 8:1-2 1Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le había revelado lo que era él para ella. Entonces el rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.

Dios ha estado llevando a cabo Sus propósitos. En tan solo unos instantes, Mardoqueo es elevado de su posición despreciada, la de un disidente, a una posición de preeminencia, de poder e influencia. Él reemplazó a Amán como primer ministro del reino más grande del mundo, tal vez con una población de cien millones de personas.

En el capítulo 4, a Mardoqueo no le era ni siquiera permitido cruzar las puertas del rey, y ahora era traído directamente ante la presencia del rey. Anteriormente, Amán había utilizado el poder del anillo del rey para firmar un decreto para matar a Mardoqueo. Ahora Amán está muerto por un decreto del rey, y Mardoqueo está a cargo del anillo del rey. Todo se ha invertido.

Ester habló de nuevo con el rey, se postró a sus pies y lloró y le rogó para que evitara el malvado plan de Amán.

Ester 8:3-6 3Ester habló de nuevo delante del rey, cayó a sus pies, y llorando, le imploró que impidiera los propósitos perversos de Amán el agagueo y el plan que había tramado contra los judíos. 4El rey extendió hacia Ester el cetro de oro, y Ester se levantó y se puso delante del rey, 5y dijo: «Si le place al rey, y si he hallado gracia delante de él, si el asunto le parece bien al rey y yo soy grata ante sus ojos, que se escriba para revocar las cartas concebidas por Amán, hijo de Hamedata, el agagueo, las cuales escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey. 6Porque ¿cómo podría yo ver la calamidad que caería sobre mi pueblo? ¿Cómo podría yo ver la destrucción de mi gente?».

Ester sigue intercediendo y notemos como:

  • Ella persistió.
  • Ella habló otra vez con el rey.
  • Ella ya había hablado con el rey en una ocasión.
  • Ella ya había descubierto el complot, pero habló otra vez.
  • Ella no descansó con la muerte de Amán, porque aunque ella sabía que Amán había sido ahorcado, todavía tenían que manejar las ramificaciones de su malvado edicto.

En el versículo 3, ella le ruega al rey que anule el malvado plan de Amán y el complot que se había concebido en contra de los judíos.

Mientras Ester se acerca al rey, no tiene un espíritu demandante. Si no que, tiene una actitud humilde y sumisa: Si le agrada… Si he hallado favor, si le parece correcto… No está demandando sus derechos, sino que está rogando, humildemente, y sumisamente.

Si llevamos esta actitud al ámbito de la oración, ¿Es así cómo oras? ¿Demandas que Dios cambie el corazón de tu esposo? ¿Le demandas a Dios que cambie el corazón de tu hijo o de tu hija y que le traiga de vuelta? ¿Le demandas que te dé el trabajo que tú quieres? ¿O demandas que tu esposo reciba un aumento? ¿Demandas estas cosas a Dios como si fuera un derecho? O, cuando tú oras, ¿oras humilde y sumisamente, Señor, si esto te agrada a Ti, si he hallado favor delante de Ti, si te parece correcto a Ti, podrías Tú concederme este deseo?

Otro punto respecto a la oración es el ejemplo de Ester especificando su petición, “que se revoquen las cartas de Amán”, ¿Cuándo oras lo haces específicamente? O solo dices, «Señor, sácame de este lío». ¿Qué es lo que quieres que haga, Señor? ¿Cuál es tu petición? La intercesión necesita ser específica.

Ester no solo se contentó con estar a salvo ella y Mardoqueo, sino que estaba preocupada por el pueblo, ¿nosotras nos preocupamos por el pueblo de Dios? ¿Realmente ponemos nuestro tiempo, nuestras capacidades al servicio de las hermanas?

Entonces ella obtiene una respuesta favorable del rey,

Ester 8:8 Ustedes, pues, escriban acerca de los judíos como les parezca bien, en nombre del rey, y séllenlo con el anillo del rey. Porque un decreto que está escrito en nombre del rey y sellado con el anillo del rey no puede ser revocado».

En lugar de revocar la ley, cosa que no se podía hacer, él les da a Mardoqueo y a Ester la libertad de emitir un nuevo edicto, un contra edicto, que serviría para contrarrestar el decreto original para que los judíos se pudieran defender.

Versículo 9, «Y fueron llamados los escribas del rey en aquel momento, en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), en el día veintitrés».

Ahora, esto es como 70 días luego de haber sido promulgado el edicto original de Amán. Han transcurrido un poco más de dos meses para que la justicia de Dios se manifieste y para quitar a Amán del camino. Todavía quedan nueve meses para el día de la matanza, para el día en que el edicto entre en efecto.

Ester 8: 10-12 10Mardoqueo escribió en nombre del rey Asuero y sellaron las cartas con el anillo del rey, y se enviaron por medio de correos a caballo, que montaban en corceles engendrados por caballos reales.

11En ellas el rey concedía a los judíos que estaban en cada ciudad el derecho de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes, 12en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, el día trece del mes doce (es decir, el mes de Adar).

El mismo día, el mismo mes en el cual el edicto original entraría en efecto, se emite un segundo edicto en el cual a los judíos se les ha dado el derecho ese mismo día para agruparse y defenderse y de saquear a sus atacantes, aunque como veremos, ellos sí se defendieron, pero no saquearon a sus atacantes. Ahora hay una nueva ley que les permitiría unirse y defender sus vidas, sus familias, y sus posesiones.

El primer edicto no podía ser revocado, así que se pondría en marcha igualmente, pero los judíos ahora tenían la posibilidad de defenderse, tendrían que luchar.

Dios pudo haber intervenido sobrenaturalmente y haberles hecho triunfar sin una batalla, así como Dios lo había hecho antes en la historia de Israel. Pero recuerden la razón principal por la que los judíos estaban en Persia. Ellos estaban siendo disciplinados por Dios por su idolatría y por su alejamiento de Él. Creo que es posible que este conflicto fuera requerido como parte del castigo de Dios en las vidas de Su pueblo. Una forma de volver sus corazones a Dios y de hacerlos conscientes de su necesidad de Él.

Muchas debemos enfrentarnos a luchas personales, desafíos de nuestro carácter, relaciones que están en conflicto, Dios nos da Su Espíritu para vencer, a través de sus medios, y a su manera, Su Palabra es la guía perfecta para resolver y moldear las luchas personales, convencidas de que los conflictos que sobrellevamos son para que nuestra fe madure.

Anteriormente, vimos a la ciudad de Susa en un estado de confusión, pánico y alboroto. Pero ahora la ciudad está alegre y regocijándose. Esta es la ciudad capital del Imperio persa, donde vivían quizás hasta medio millón de judíos. Leamos,

Ester 8:16-17 16Para los judíos fue día de luz y alegría, de gozo y gloria. 17En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los judíos.

La guerra no había terminado. Pero ahora que este nuevo edicto había sido promulgado, sabían que había esperanza. Así que de esa esperanza brotó gozo y alegría y celebración. Una celebración exuberante irrumpió y cubrió el vasto imperio.

Fue como si hubieran resucitado a nueva vida. O sea, sus vidas habían terminado, se habían acabado, hasta que Dios les trajo esta nueva esperanza. El Salmista expresa el tránsito del dolor al gozo de esta manera:

Salmo 30:4-5

4Canten alabanzas al Señor, ustedes Sus santos,

Y alaben Su santo nombre.

5Porque Su ira es solo por un momento,

Pero Su favor es por toda una vida.

El llanto puede durar toda la noche,

Pero a la mañana vendrá el grito de alegría.

Esta es otra de las cosas maravillosas que Dios hace por nosotras, nos da esperanza en Cristo, es capaz de cambiar el dolor, en danza y regocijo, quizás tu matrimonio no cumple ningún estándar de Dios, sin embargo, hay esperanza para ti, hay regocijo si te enfocas en Cristo, en Todo lo que él es, en Todo lo que él ha hecho, en Todas sus virtudes, gózate, Cristo es verdadero, sus enseñanzas nos dan libertad y la posibilidad de vivir plenamente en esta vida, reflejando el gozo nacido de una vida ligada a Cristo, guiada por Su Espíritu, aun cuando la adversidad sea muy real, de nuevo leamos al salmista.

Salmo 30:11-12

11Tú has cambiado mi lamento en danza;

Has desatado mi ropa de luto y me has ceñido de alegría;

12Para que mi alma te cante alabanzas y no esté callada.

Oh Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.

Tengo que preguntar, ¿dónde está el gozo? ¿Dónde está la alegría? ¿Dónde están los gritos? ¿Dónde está el regocijo? ¿Dónde está la celebración? ¿Dónde está el festejo del pueblo de Dios hoy? A veces, lo que vemos en nuestras iglesias es desesperanza, dolor, depresión, enojo, descontento, esto es lo que reflejamos, ese es el evangelio que reflejamos. Si las cristianas no tenemos esperanza que les queda a los incrédulos.

Hermanas, el llamado de Edificada en Cristo es a vivir vidas que reflejen a Cristo, no podemos esperar a que las cosas mejoren a nuestro alrededor para “estar bien”, el llamado es a tomar la decisión de no dejar que las circunstancias del día a día sean las que guíen el cristianismo que vivimos, sino a llenarnos del Espíritu de Dios, orando fervientemente cada día para que el Señor nos dé el gozo de ser suyas, a pesar de las circunstancias.

Volviendo a la historia, ahora las cosas han dado un giro de 180 grados, algo asombroso, llegando al capítulo 9, de acuerdo con la manera que han calculado los historiadores y los eruditos de la Biblia, toma lugar el 7 de marzo del año 473 a. C.

Ester 9:1 En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el mismo día que los enemigos de los judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.

¡Solo Dios! El nombre de Dios no estará en el libro de Ester, pero Su huella está por todos lados. Sucedió lo contrario. Los judíos obtuvieron el dominio sobre los que los odiaban.

Esta fue una intervención a favor de ellos. Dios estaba peleando por Su pueblo. Y Dios pelea por ti. No siempre Dios gana las batallas de las formas en que a nosotras nos gustaría que lo hiciera, pero al final Él es victorioso.

Ester 9:2 Se reunieron los judíos en sus ciudades por todas las provincias del rey Asuero para echar mano a los que buscaban hacerles daño. Nadie podía oponérseles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos.

Todos alrededor estaban con temor frente a los judíos, sabían que detrás de este pueblo había un Dios poderoso, para ellos uno muy poderoso dentro de todos, para nosotros el único Dios. Esto me hace pensar en que a veces los cristianos nos ponemos temerosos de mostrar nuestra oposición a la cultura imperante, tomando un poco de ella para no ser tachados de intolerantes, esto debería ser al revés, aquí el temor lo tenían los demás frente a otro pueblo que luchaba con las armas de Dios.

Debería haber tal evidencia de la presencia y del poder de Dios en medio de Su pueblo que la cultura tema a Dios y tenga miedo de nosotros; no porque seamos crueles o malos o vengativos, sino porque ven el poder de Dios en nuestro medio. Y aquí se demuestra que no era un pueblo débil

Ester 9:5 Los judíos hirieron a todos sus enemigos a filo de espada, con matanza y destrucción; e hicieron lo que quisieron con los que los odiaban.

Esto era una defensa. Esta no era una guerra agresiva. No era vengativa o una vendetta privada. De forma controlada se estaban defendiendo de aquellos que buscaban destruirlos, los que los odiaban.

En Susa, la capital, fueron muertos por los judíos 500 hombres y los hijos de Amán en un día (el día 13 de Adar), el segundo día fue pedido por Ester (el día 14 de Adar), también fueron muertos otros 500 hombres sin tocar sus bienes, y en las demás provincias mataron a 75.000 de los que los odiaban, sin tocar sus bienes, esto sucedió el día 13 de Adar.

Lo que sucede aquí no son actos despiadados, ni sanguinarios, sino que los judíos se estaban defendiendo del ataque de los que los odiaban, el propósito era exterminarlos, por lo tanto, los judíos tenían el edicto para protegerse y lo hicieron de una manera controlada y sin saqueos como también estaba permitido.

Recordemos que tenemos algunos enemigos, la carne, el mundo, el diablo, y estamos combatiendo en una batalla. Dios nos llama en el nombre de Jesucristo a hacer batalla, a hacer guerra, no para atacar a las personas que no están de acuerdo con nosotras, sino para hacer batalla en contra de nuestra carne pecaminosa, hacer batalla en el reino espiritual, en contra de Satanás en el nombre de Jesús, y resistir este sistema mundano que se opone a Dios.

Eso es parte de la vida cristiana, el ser una guerrera, un soldado, estar involucrada con el nombre de Jesús, no en odiar a la gente, no en ser despiadadas, no en saquear a la gente, no en ser groseras, no en ofender a las personas, sino a presentar la verdad de Cristo, firme y claramente.

Tú no sabes por qué Dios está haciendo lo que está haciendo. Pero Dios sí lo sabe. Por tanto, busca evidencia de la providencia de Dios a tu alrededor, confía en que Él está trabajando, planeando, preparando, orquestando, tejiendo un plan y que eres parte en esta historia.

Síguenos en el siguiente episodio de la serie ESTER, para ser Edificada en Cristo


[i] (Tomado de Nancy Leigh DeMoss, 23 de febrero  al 16 marzo 2018, transcripción de radio. www.AvivaNuestrosCorazones.com)

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