Estamos en Edificada en Cristo, hoy conversaremos acerca de la necesidad de leer y meditar en la Palabra de Dios como un hábito, anhelándola, deseando hacerlo, leamos como describe David este deseo.
Salmo 63: 1
Oh, Dios, Tú eres mi Dios; te buscaré con afán.
Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela
Cuál tierra seca y árida donde no hay agua.
Las palabras que usa para expresar su necesidad de Dios me hacen preguntar, ¿estamos deseando así a Dios? ¿Nuestra alma está como un desierto seco a causa de la sed que tenemos de pasar tiempo con el Señor? ¿O estamos más sedientas de que Instagram este al día o de completar la serie que estamos viendo?
Las redes sociales son solo uno de los muchos pretextos que pueden estar interfiriendo en tu vida para que no tengas un hábito regular de lectura de la Biblia, ¿puedes detectar cuál es el problema en tu caso? Si ya lo sabes o estás en el proceso de descubrirlo porque estás buscando ser constante en tu lectura bíblica, hay algunas cosas que quisiera que tuvieras en cuenta:
- La palabra de Dios es lo único que mantendrá nuestros pensamientos a raya, es la única guía perfecta que te enfocara en lo importante de la vida, es lo único que te mantendrá firme cuando tengas que enfrentar los problemas del día a día.
Salmo 119: 130 La exposición de Tus palabras imparte luz; Da entendimiento a los sencillos.
- La palabra de Dios es la única Palabra fiel y verdadera para mostrarte con seguridad quien es Dios, Su grandeza y su poder, por lo tanto, reafirman nuestras lc,c que no están basadas en medias verdades ni en mitos.
Jeremías 10:6-7 No hay nadie como Tú, oh Señor. Grande eres Tú, y grande es Tu nombre en poderío. 7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque esto se te debe. Porque entre todo los sabios de las naciones, Y en todos sus reinos, No hay nadie como Tú.
- La palabra de Dios dará respuestas que nadie más te puede dar, como por ejemplo:
¿Quién es Dios? ¿Él es real? ¿Cómo es Él?
¿Cómo fui creada? ¿Tengo un propósito en esta vida?
¿Dónde pasaré la eternidad?
¿Es posible conocer y estar con Dios?
¿Cómo puedo ser como Cristo?
Hay muchas razones más, para que la Palabra de Dios sea más que importante para ti, lo que quiero es a invitarte a leer la Biblia, no es suficiente recibir una porción de ella el día domingo, lo que la cristiana necesita para madurar en el cristianismo, como mujer cristiana, como persona, es enfocarse en la lectura y meditación de su Palabra.
Para especificar lo anterior en cuanto a ser cristiana madura, el cristianismo no se separa de lo que uno es o de las actividades que uno desempeña, somos un todom, lo que pensamos, el estilo de vida que tenemos, nuestras elecciones, nuestras relaciones todo ello muestran nuestra madurez en el cristianismo.
Recordemos que la Palabra de Dios es la voz de Dios, son mandamientos para seguir, nos enseña a vivir en esta vida de una manera plena, nos da esperanza al saber que hay eternidad.
Quiero contarte mi experiencia, siempre leía la Biblia, desde mi juventud, no era tan constante para hacerlo todos los días, siempre tenía una excusa, el cansancio, la crianza, no había tiempo, aun así sentía esa necesidad, pero no lo hacía, en la medianía de la edad adulta tuve que hacer una resolución firme de leer la Biblia completa, primero lo comencé a hacer como una obligación, como algo más que hacer dentro de mis labores. Sin embargo, con el andar de los años fue convirtiéndose en un hábito y en una necesidad, y puedo decir que mi forma de ver y vivir el cristianismo hoy, es bien distinto a como lo hacía que cuando no tenía esa constancia.
Encontré en la Biblia, la confianza para seguir adelante en la vida, la seguridad de las promesas de Dios, aprendí que Dios es completamente Soberano y que no soy yo la que importo, sino que es Dios, aprendí que no tengo que tener miedo cuando vengan los problemas, porque Dios tiene el control de todo, aprendí que Dios quiere que le entregue mis necesidades, mis conflictos, mis cargas, ha sido un descanso para mi alma, para mi mente, Dios ha sanado las heridas que dejo el pecado en mí, me ha consolado a través de su Palabra hermosa. También aprendí a no resistirme a la Palabra de Dios, a no tener miedo de ver reflejado mi pecado porque hay arrepentimiento. ¡Gracias Dios por tener tanta paciencia conmigo y esperarme para comprender tus verdades!
Ahora quiero entregarte algunas pautas para poder empezar a leer la Palabra de Dios
- Ora por este anhelo, quizás aún no sientes esa necesidad, aunque sabes que es correcto y bueno, quizás siempre has considerado que leer la Biblia es algo para otros que saben más o que tienen más estudios, te digo rotundamente NO, todas podemos y debemos llenarnos de Su Palabra para ser sanadas y madurar en el cristianismo. Ora para que Dios ponga el anhelo y deje fuera las distracciones.
- Ten tu propia Biblia, yo diría en papel, sé que ya está siendo anticuado, pero creo que sigue siendo más apropiado sentir el peso del libro.
- Sé intencional, quizás muchas veces sientas que no tienes ganas, que no entiendes lo que lees, o te cuesta concentrarte, lee igualmente, toma tu Biblia y lee.
- Identifica el mejor momento para ti, quizás en la mañana temprano al desayuno, o después del trabajo, camino a casa, o antes de acostarte. Y aun si no identificas una hora adecuada, para tus labores, siéntate y lee la Biblia.
- Ten un plan de lectura, puede ser 2 o 4 capítulos por día, comenzando en Génesis en forma consecutiva para leer toda la Biblia, busca en internet planes de lectura por un año que son bien desafiantes porque te ayudan a tener una meta que puedes medir.
- Ten un cuaderno para anotar las ideas principales de lo que lees, lo que pudiste aprender, lo que te falta poner en práctica, y preguntas que puedes hacer a los ancianos de la iglesia.
- Júntate con otras para realizar juntas un plan de lectura, y poder comentar lo que leen.
MEDITA
Has escuchado que existe el mindfulness para aliviar las tensiones y el estrés. El mindfulness es una práctica basada en la meditación que consiste en entrenar la atención para ser consciente del presente. El mindfulness es prestar atención intencionadamente al momento presente y sin juzgar.
El llamado de Dios es a meditar, pero no en el presente ni en pensamientos propios, sino en los pensamientos de Él.
El Salmista expresaba así este deseo:
Salmo 119:15 Meditaré en Tus preceptos, Y consideraré Tus caminos.
Meditar síakj; conversar (con uno mismo, y de aquí, en voz alta) o (trans.) musitar, mascullar:—considerar, contar, hablar, meditar, oración, orar, queja, quejar, reflexionar.
Esta meditación es un murmullo con uno mismo, hablarse a sí mismo, reflexionar, el punto es que el enfoque es a meditar, hablarse los preceptos de Dios, sus mandamientos y no nuestros propios pensamientos, y no solo hacerlo mientras lees sino durante el dia.
Medita en la palabra de Dios, porque ahí es donde estará cimentada tu vida, ¿en dónde están cimentadas las raíces de tu vida? ¿De dónde recibes la mayor parte de tu información? Lo que determina tu forma de pensar, y lo que entra a tu mente y a tu corazón—¿de dónde proviene? ¿Proviene del mundo, o proviene de la Palabra de Dios?
Salmo 119: 97 ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Nosotros somos una generación que vive bombardeada de información y de una forma tan rápida; que creo que mucha de esa información entra y sale tan rápido como llega. Estamos inundadas de datos e información. Me pasa que puedo leer algo en el internet, y cinco minutos después haber olvidado todo lo que leí; porque estoy recibiendo demasiada información.
El peligro está en hacer lo mismo con La Palabra de Dios, podría entrar y salir fácilmente. Lo que la Escritura nos está diciendo aquí, es algo que nos ayuda a mantener la Palabra de Dios dentro y en nosotras—sin entrar por un oído y salir por el otro—sino deteniéndonos por un momento y aún mientras vamos a través de nuestras actividades diarias, poder reflexionar, meditar, considerar, repasar, y atesorarla en nuestros corazones.
Estamos hablando en términos bíblicos de reflexionar de una manera consciente, de vivir, y llenar nuestras mentes con la Palabra de Dios, no vaciar nuestras mentes, sino llenarlas. Permítanme decirles que ustedes no pueden llenar sus mentes con la Palabra de Dios, si siempre la están llenando con otro tipo de cosas. Ustedes se van a sobrecargar.
Filipenses 4: 8-9 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten. 9 Lo que también han aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practiquen, y el Dios de paz estará con ustedes.
Que texto más claro dónde vamos a poner la mente o meditar:
- en todo lo verdadero (Quien más verdadero que Jesús y su palabra)
- en todo lo digno (Quien más digno que Jesús)
- en todo lo puro (Quien más puro que Jesús, viviendo en esta tierra sin pecado)
- en todo lo amable (Quien más amable que Jesús, sanando, sufriendo por las necesidades del hombre)
- en todo lo honorable (quien más honorable que Jesús, nunca hablo con doblez)
- Virtud (quien más virtuosos que Jesús, intachable)
- Elogio (Quien merece más elogio que Jesús, lleno de Gloria)
Entonces ni siquiera tenemos que inventar en que meditar, la Palabra de Dios es completa y es capaz de llenar todos los espacios de nuestra mente.
Hermana, no tomes la Palabra de Dios a la ligera o que es aburrida o que es difícil de entender, si no la lees como un todo, claro que encontraras cosas difíciles, o que no tienen sentido para ti.
Sin embargo, si comienzas a hacerlo como una rutina y de manera continua te aseguro que iras adquiriendo, con la ayuda del Espíritu Santo, cada vez más capacidad para comprender y la voz de Dios cada vez se ira haciendo más fuerte en tu corazón, hasta que Su Palabra se haga realidad en tu propia vida.
Dios quiere que vivamos (no sobrevivir únicamente) y que experimentes la libertad, la plenitud y la abundancia que entrega Cristo.
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