Estamos en Edificada en Cristo con la serie Ester, ya hemos analizado los personajes que se presentan en esta historia y quiero que no pierdas el enfoque en los propósitos de Dios. Hoy veremos como Ester, una joven es parte del plan de Dios.[i]
EL BANQUETE
Estamos en el capítulo 1 y allí vemos la grandeza de este rey Asirio, Asuero o Jerjes y leemos
Ester 1:3 3en el año tercero de su reinado, ofreció un banquete para todos sus príncipes y servidores, estando en su presencia los oficiales del ejército de Persia y Media, los nobles y los príncipes de sus provincias.
Asuero es un hombre de gran autoridad, en este capítulo vemos que tiene gran abundancia de comida, bebida, todos muy dispuestos a aceptar todos los caprichos del rey y celebrar su arrogancia.
Podemos notar una diferencia palpable entre los banquetes del rey al principio del libro y la fiesta de los judíos al final. Las fiestas del rey que encontramos en los primeros capítulos no tenían ningún significado, mientras que las fiestas de los judíos al final del libro tenían un propósito. Ellos celebraban la salvación que Dios les había brindado.
En las fiestas del rey al principio del libro no encontrarás ninguna referencia al gozo o a la alegría. Ahora, de seguro pensarás que las fiestas debieran estar acompañadas de felicidad y de contentamiento. Pero sabes también que cuando el mundo hace fiestas en realidad no tiene razón para estar feliz.
Ester 1:4 4 Y él les mostró las riquezas de la gloria de su reino y el magnífico esplendor de su majestad durante muchos días, 180 días.
Este rey jactándose de la riqueza, de su poder, luego el versículo 6 procede a describir la gran opulencia del palacio y de esta fiesta y de toda su ambientación. Aquí tenemos una fiesta que duró seis meses es una exhibición del poder y de la riqueza. Y toda la gente importante del imperio vino a la fiesta, alabando el esplendor de su majestad.
Ester 1:7 7Las bebidas se servían en vasijas de oro de diferentes formas, y el vino real abundaba conforme a la liberalidad del rey.
El clímax de todo este evento, de estos seis meses, fue un banquete masivo para todo el pueblo en la ciudad capital.
Era una semana de fiesta, una semana de bebida en el ambiente más opulento posible. Se nota el orgullo del rey, su arrogancia. Él lo tiene todo. Tiene autoridad. Tiene influencia y es orgulloso. Él quiere que todos vean lo mucho que él tiene.
Ya te puedes imaginar todas estas personalidades reales tratando de llegar a la mesa del rey, de ser vistos, de ser reconocidos, dándose codazos unos a otros, tratando de llegar a ser alguien en esa tierra. Dios no está en nada de eso; ni en aquel entonces, ni ahora.
Dios habita en las pequeñas cosas, en lo humilde, en los lugares despreciados —en el pesebre donde nació el Hijo de Dios. Es en medio de las pequeñas cosas, en medio de las personas insignificantes y con los humildes de corazón, donde Dios está presente.
El rey Asuero por su lado no tiene conciencia de Dios, ni conocimiento de Dios, él es el centro de su propio universo.
Avanzando al versículo 9, “La reina Vasti también hizo un banquete para las mujeres en el palacio que pertenecía al rey Asuero”. Ahora, en las fiestas y los banquetes de aquellos días había segregación; es decir los hombres estaban en un lado y las mujeres en otro. En aquellos días las mujeres no entraban a los sitios donde los hombres tenían sus fiestas—eso era contrario a la etiqueta y el protocolo.
Así que la reina Vasti, siendo la reina, está asumiendo y cumpliendo con su rol de reina. Ella está entreteniendo a las mujeres mientras el rey está entreteniendo a los hombres.
Ester 1:10-12 10Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre a causa del vino, él ordenó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero, 11que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar al pueblo y a los príncipes su belleza, porque era muy hermosa. 12Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey comunicado por los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él.
Observen que el rey está bajo la influencia de alcohol, su dominio propio ya desapareció, entonces tenemos el rey demandando que Vasti saliera para ser exhibida delante de todos sus oficiales.
Por alguna razón, Vasti se niega, y observa cómo responde el rey, se enfurece. Aquí vemos a un hombre acostumbrado a conseguir todo lo que quiere, el hombre que habla y todo el mundo salta, el hombre más poderoso del planeta, y ahora no puede salirse con la suya. De hecho, ha sido avergonzado delante de la misma gente a quien él ha estado tratando de impresionar durante 6 meses. Él ha sido humillado.
Los consejeros sabios le dicen lo del versículo 19,
Ester 1:19 19Si le place al rey, proclame él un decreto real y que se escriba en las leyes de Persia y Media para que no sea revocado, que Vasti no entre más a la presencia del rey Asuero, y que el rey dé su título de reina a otra que sea más digna que ella.
En aquellos días los reyes podían hacer leyes precipitadas. Si ellos lo determinaban..
¡Así se hacía! Pero ellos no podían echar estas leyes para atrás; no podían cambiarlas. Aparentemente, el pueblo sentía que era mejor que estuvieran gobernados por reyes que hacían leyes precipitadas que no se pudieran estar cambiando.
De hecho, cuando el rey sale de su estupor y de su borrachera llega a extrañar a la reina, y dice, “¿Dónde está ella?” Y ellos le contestan, “Oh, rey, no puedes traerla de vuelta. Usted firmó una ley, usted firmó un decreto, ella se ha ido”. No podría traerla de vuelta después de haber sido emitida esa ley…
Así que Asuero toma una decisión muy necia con relación a su reina, y creo que él lo hace bajo la influencia combinada de su arrogancia, el alcohol, y la ira. Cuando ponemos estas tres cosas juntas, tomaremos algunas decisiones realmente necias. Y eso fue exactamente lo que él hizo.
Ahora, esta decisión de desterrar a Vasti, para divorciarse de ella, plantea dos preguntas. En primer lugar, ¿hizo Vasti lo correcto al desafiar la orden de su marido? En segundo lugar, ¿es siempre adecuado para una mujer a desobedecer a su marido? No se puede estudiar el libro de Ester sin abordar estas dos preguntas.
En primer lugar, ¿hizo Vasti lo correcto? Bueno, yo solo diré esto: Si estudiamos todos los comentarios (y te voy a ahorrar un poco de tiempo aquí), algunos dicen que sí, y algunos dicen que no.
El hecho es que no sabemos por qué se negó a ir, y no sabemos de qué forma se negó. No sabemos acerca de su verdadero carácter. No sabemos acerca de su corazón. No sabemos acerca de sus motivaciones.
Creo que es importante recordar que ella era una reina pagana. Ella estaba viviendo sin el conocimiento bíblico que tenemos hoy.
Lo que sí sabemos es que Dios usó la situación de Vasti para posicionar a Ester en el palacio “para un tiempo como este” y sabemos que en la providencia de Dios, Él invalidó lo que pudo ser una situación trágica por el bien de Su pueblo y para el cumplimiento de Su plan de redención.
No importa lo equivocado que esté el rey, no importa lo equivocada que esté la reina, Dios es capaz de ir por encima de todo esto por el bien de Su pueblo y para el cumplimiento de Su plan.
La segunda pregunta, ¿es correcto para una mujer en algún momento desobedecer una orden de su marido? Permíteme decirte algo, si estás buscando una razón para no ser sumisa a tu esposo o a otra autoridad ordenada por Dios, no encontrarás esa respuesta en este pasaje.
Continuando con la historia, después de estas cosas, cuando el furor del rey Asuero se había aplacado, él se acordó de Vasti, de lo que ella había hecho y de lo que se había decretado contra ella.
Ester 2:2-4 2 Entonces los cortesanos al servicio del rey, dijeron: «Busquen para el rey muchachas vírgenes y de buen parecer 3Que el rey nombre oficiales en todas las provincias de su reino para que reúnan a todas las jóvenes vírgenes y de buen parecer en el harén de la fortaleza de Susa. Estarán bajo la custodia de Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres, y que se les den sus cosméticos. 4Entonces la joven que agrade al rey sea reina en lugar de Vasti». Esto le pareció bien al rey, y así lo hizo.
Debemos reconocer que este no era un concurso de belleza ingenuo de “Miss Persia”. Estas mujeres están circunscritas al harén del rey. De acuerdo a un historiador antiguo, había unas 400 mujeres allí, o quizás más.
Este era un proceso horrible y degradante. Estas jóvenes estaban acostumbradas a satisfacer la lujuria de este rey lascivo, arrogante, alcohólico e iracundo. Una vez que habían estado con el rey, si él no las aprobaba, si no quería que fueran su reina, ellas no podrían casarse jamás.
Se convertían entonces en concubinas y eran confinadas a ser prisioneras en su harén y destinadas a pasar el resto de sus vidas en la soledad; nunca podrían casarse. Esta no era una vida precisamente feliz ni sana.
ESTER ES PARTE DEL PLAN DE DIOS
Ahora entra en esta historia Mardoqueo y Ester
Ester 2:8 8 Así que cuando el mandato y el decreto del rey fueron oídos, muchas jóvenes fueron reunidas en la fortaleza de Susa bajo la custodia de Hegai. Ester también fue llevada al palacio del rey, bajo la custodia de Hegai, encargado de las mujeres.
De modo que con este telón de fondo de la corte real y todos los oficiales del imperio medo-persa, este par, Mardoqueo y Ester, deben haberse sentido terriblemente insignificantes, sin oportunidad de influenciar a un rey, y mucho menos a todo un imperio. Según leemos en el primer capítulo, pareciera que Asuero tenía todo el poder, toda la influencia en sus manos.
Pero algo de lo que no se daba cuenta Asuero era de que él, al igual que Mardoqueo y que Ester, todos estaban en manos de un Dios que tiene todo el poder.
Dios tiene todo el poder. Así que aparte de ser insignificantes, resultó que Ester y Mardoqueo iban a jugar un papel vital en la liberación del pueblo de Dios y, por lo tanto, la continuación de la nación a través de la cual nacería el Mesías. Su simple valentía, su fe y su devoción les permitió ser instrumentos en manos de un Dios soberano que siempre está obrando para cumplir Sus propósitos en este mundo, como cuando vemos que Ester halló gracia o favor con los encargados del harén.
Ester 2:9 9La joven le agradó a Hegai y halló favor delante de él, por lo que se apresuró a proveerle cosméticos y alimentos. Le dio siete doncellas escogidas del palacio del rey, y la trasladó con sus doncellas al mejor lugar del harén.
Vemos a Dios obrando a favor de Ester para que Su plan Redentor siga adelante.
Continuando, después de doce meses de embellecimiento, las elegidas iban a la presencia del rey a pasar la noche con él.
Ester 2:14 14Ella entraba por la tarde y a la mañana siguiente volvía al segundo harén, bajo la custodia de Saasgaz, eunuco del rey, encargado de las concubinas. Ella no iba otra vez al rey a menos que el rey se complaciera en ella y fuera llamada por nombre.
Este es un pasaje que en ocasiones tendemos a romantizar o a tener fantasías acerca de este concurso de belleza, incluso he escuchado a personas hacer chistes e historias acerca de estas mujeres en el harén. Pero quiero decirles que no hay nada chistoso; ni nada divertido ni romántico en esta escena.
En realidad aquí vemos —y las Escrituras usan las palabras muy cuidadosamente— si piensas bien lo que está pasando, aquí vemos un trato muy denigrante hacia la mujer. Ilustra la deshumanización de las mujeres que es característico de las culturas paganas donde la luz del Evangelio nunca ha resplandecido.
Una vez que estas mujeres pasaban una noche con el rey, se convertían en sus concubinas y le pertenecían a él. Nunca se podían casar. Se pasaban el resto de sus días como prisioneras en el harén.
Quiero decirles que no hay nada más reprensible y deshumanizante e indignante para una mujer que la forma mundana e impía como son vistas.
Esta es la diferencia entre la visión cristiana y la visión pagana de la mujer, el trato cristiano y el trato pagano de las mujeres.
En el trato pagano las mujeres son vistas como en este pasaje, como objetos sexuales, juguetes para placer personal, para ser usadas y luego descartadas. Toda nuestra revolución sexual ha potenciado esta visión y este trato, no es algo que ha liberado a las mujeres, sino que más bien las ha hecho prisioneras.
Algunos cristianos podrán deshonrarlas, sin embargo, el punto de vista cristiano, el bíblico, es que un hombre debe ser fiel a una mujer, debe deleitarse con ella, amarla, y cuidarla como cuida a su propio cuerpo.
Volviendo a Ester, ella cumplió con los requerimientos de los tratamientos de belleza que le fueron impuestos en el harén del rey, sin embargo, ella no tomó ventaja de ningún favor que hubiera recibido. No pidió nada cuando fue a la presencia del rey. Ella se llevó el consejo de Hegai “ella no pidió cosa alguna sino lo que le aconsejóHegai”.
He aquí una imagen de simplicidad y contentamiento. Y una vez más ella se distinguió de las otras mujeres. Ella era diferente. Cuando piensas en lo que Ester había pasado hasta este punto en su vida, ella pudo haber respondido a este dramático cambio en sus circunstancias en una de dos formas.
En primer lugar, un día ella era una huérfana en tierra extranjera. Al día siguiente era una reina en potencia en el palacio del rey con siete doncellas y todas las cosas que pudiera desear. Este revés en la fortuna pudo habérsele ido a la cabeza y pudo haber hecho de ella una engreída; una bella y engreída mujer. Nada peor que eso.
Pero, por otra parte, la posibilidad de ser llevada a la alcoba del rey-presumiblemente ella no tuvo opción —pudo haber causado que respondiera en terror y miedo.
A Ester nuevamente no la vemos presumida o engreída quizás con prudencia. Una vez más, hay mucho que no conocemos, pero en cuanto a lo que esta historia revela, pienso que vemos en esta mujer una respuesta de quietud, confianza, humildad, y sumisión, balanceado con coraje y fe; hablando solo cuando era tiempo de hablar.
Ester 2:17 Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y ella halló gracia y bondad con él más que todas las demás vírgenes. Así que él puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de Vasti.
Ester halló el favor del rey Asuero, gracia y bondad de parte del rey, vemos la providencia de Dios actuando para llevar a cabo su gran plan. Este hombre que uno pensaría es incapaz de amar y de expresar bondad, trata así a Ester.
No es que nunca hubiese experimentado temor. Ciertamente, lo experimentó como una joven adolescente que fue llevada a estas circunstancias; y luego al tener que acercarse al rey y el arriesgar su vida. Ciertamente, ella tuvo temor, pero no se paralizó.
Ella tenía un temor de Dios que la protegía del temor a los hombres. Por tanto vemos aquí a una mujer realmente hermosa en el sentido más verdadero y puro de la palabra.
Piensa en ti misma, en tu lugar de trabajo, en tu matrimonio difícil, en el ambiente difícil de tu escuela. Algunas de ustedes son estudiantes universitarias. Les aseguro -y ustedes saben mejor que yo- que no es un ambiente piadoso en el que muchas de ustedes viven y trabajan.
¿Te asemejas a tu entorno, a la cultura a tu alrededor? ¿Adoptas la forma de hablar del mundo, el coqueteo de las mujeres de este mundo?, o ¿mantienes tu cabeza bien puesta y dices “soy diferente”?
Ester era judía. Ella no cabía en el imperio persa. Ella mantuvo su identidad, preservó su pureza y su corazón. Aun cuando fue forzada a circunstancias difíciles e insostenibles, ella fue guardada y favorecida por Dios.
Había algo en ella que la hacía destacarse. En última instancia era la providencia de Dios. Dios la favoreció. Y el corazón del rey está en las manos de Dios.
Dios tenía un plan para Su pueblo.
Dios tenía un plan para el mundo.
Dios tenía un plan para nosotras, al darnos un Salvador.
Lo que Dios hizo por Ester en el palacio era parte de ese plan. Lo que pase en tu vida no está desconectado del gran plan eterno, vasto y redentor de Dios. Lo que está sucediendo en tu vida, tus roles, tus relaciones puede tener ramificaciones e implicaciones por cientos de años.
¿Ves? el que Dios pusiera a Ester en el palacio no fue una idea adicional, o algo que se le ocurrió después. No fue una reacción al plan cruel de Amán. Dios es el Dios que ve con anticipación y hace provisión.
Dios sale adelante y planifica una salida. Así que Dios puso a Ester en el palacio aún antes que Amán se levantara para accionar.
Tú no sabes por qué Dios está haciendo lo que está haciendo. Pero Dios sí lo sabe. Por tanto busca evidencia de la providencia de Dios a tu alrededor y cuando no puedas verla, algo que a menudo sucede, entonces confía en que Él está trabajando, planeando, preparando, orquestando, tejiendo un plan y tendrás parte en esta historia.
Síguenos en el siguiente episodio de la serie ESTER, para ser Edificada en Cristo
[i] (Tomado de Nancy Leigh DeMoss, 23 de febrero al 16 marzo 2018, transcripción de radio. www.AvivaNuestrosCorazones.com)