EL SACRIFICIO DE JESUCRISTO (PARTE IV)

LA RESURRECCIÓN

Estamos en Edificada en Cristo, con la serie el Sacrificio de Jesucristo, en el episodio anterior leímos acerca de cómo Jesús fue crucificado de una manera injusta y cruel, los judíos querían verlo muerto y lo lograron, fue y es un evento extremadamente triste, “el justo murió por los injustos”, esto debe hacernos meditar en nuestro estado espiritual y desear servir a Dios con más amor, con más reverencia. Ahora, la historia no termina con una muerte, sino con la resurrección de Jesucristo, que es el capítulo de hoy, que nos llenara de valor y gozo sin importar las circunstancias que estemos viviendo. La resurrección cambió la desesperación y aparente derrota en esperanza y victoria eterna.

La mayoría de nosotras nos damos cuenta de que la muerte de Cristo es central para nuestra redención, pero podríamos preguntarnos si es tan importante el que Él se haya levantado de los muertos. ¿Qué tanto valor tiene esto? ¿Es esencial que Jesús haya resucitado de entre los muertos? ¿Es tan relevante como la cruz?

Vamos a leer algunos textos para informarnos de la importancia de la resurrección:

Romanos 1: 3-4 El evangelio..3 Es el mensaje acerca de Su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne, 4 y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.

Es la resurrección la que válida la deidad de Cristo, este es el mensaje del evangelio, esta verdad es lo que produce esperanza en nuestros corazones.

Es la predicación de los apóstoles

Hechos 4:33 Los apóstoles, a su vez, con gran poder, seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos,

Ahora vamos a buscar las implicancias que tiene la resurrección para nosotras:

A) La resurrección significa que hay esperanza en las circunstancias más desesperadas.

 1 Pedro 1: 3-4 3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, 4 para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes.

Esto significa que Dios puede traer una salida donde no hay ninguna salida humana.

Significa que Dios es todopoderoso y nada está más allá de su control.

Esto significa que un día todas las lágrimas serán enjugadas y toda tristeza se convertirá en gozo.

Esto significa que Él puede traer belleza de las cenizas e incluso que Él puede hacer que las circunstancias del mal, le den en última instancia toda la gloria a Él.

Piensa por un momento en las cosas que otras personas que conoces te han hecho, cosas que han sido delitos graves o circunstancias atroces; que son muy dolorosas, y tal vez ocurrieron en tu niñez. Deja que tu mente vuelva a la cruz donde hombres perversos le dieron muerte a Cristo y donde podrás darte cuenta de que los malos nunca tienen la última palabra. Dios tiene la última palabra. Hay esperanza en las circunstancias más desesperadas.

Es la resurrección la que nos anima a recordar que Cristo ha vencido a la muerte; que sería la circunstancia más desesperada. Él venció a la muerte, caminando a través de ella, y Él ha salido del otro lado. Así que no importa cuántos enemigos traten de matarlo, no puede morir otra vez. Eso es lo que la resurrección nos dice. La resurrección significa que hay esperanza en las circunstancias más desesperadas.

B) La resurrección significa que Dios siempre cumple Sus promesas.

Leamos el relato de Mateo cuando las mujeres iban al sepulcro

Mateo 28: 1  Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro.

Mateo 28: 5-6 5 Hablando el ángel, dijo a las mujeres: «Ustedes, no teman; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado. 6 »No está aquí, porque ha resucitado, tal como Él dijo. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto.

Jesús ya les había hablado de los padecimientos y la resurrección a sus discípulos,

Mateo 16: 21 Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.

C) La resurrección significa que la muerte ya no es de temer.

Debido a que Cristo venció a la muerte, nuestras separaciones y pérdidas son solo temporales. En el último día, los que están en Cristo serán resucitados de entre los muertos. Esa es una consecuencia de la resurrección de Cristo de entre los muertos. Debido a que Él se levantó de entre los muertos, aquellos de nosotros que estamos en Cristo, un día resucitaremos también. Jesús mismo se lo dice a Marta

Juan 11: 23-26 23 «Tu hermano resucitará», le dijo* Jesús. 24 Marta le contestó*: «Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final» 25 Jesús le contestó: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, 26 y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?».

¿Crees esto? ¿Que todo aquel «que vive y cree en mí, no morirá jamás?» Escucha, si Jesús es la resurrección y la vida, y lo es, ¿qué tenemos que temer? ¿Qué es lo peor que te puede pasar? Dices: «¡Yo me puedo morir!» Bueno, la buena noticia es que Él ha vencido la muerte.

D) La resurrección significa que Dios acepta y aprueba la obra que Cristo hizo en la cruz, y, por lo tanto, nos acepta y nos aprueba.

La resurrección para Cristo significó que Su obra estaba terminada.

El precio por el pecado había sido pagado, no quedó nada por pagar. 

La ira justa de Dios contra el pecado y los pecadores había sido completamente satisfecha.

No hubo culpa restante. 

La resurrección fue la prueba de que Dios había aceptado el pago y totalmente aprobó la muerte de Cristo en el lugar de los pecadores.

Para ser aceptados por Dios es necesario que el hombre muera, no como lo hizo Jesús en la cruz, recuerda que Él es nuestro sustituto, sino que a través del bautismo en agua, el hombre muere (es sepultado) para resucitar (andar en una vida nueva) al salir de las aguas, y esperar por la resurrección para la eternidad.

Romanos 6:3–8 3 ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos a Cristo en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de Su resurrección. 6 Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él,

Colosenses 2:12  habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también han resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.

Así somos aceptados, cuando el hombre muere (simbólicamente en el bautismo) por su pecado, siendo la muerte real, con sufrimiento físico, la de Cristo.

Es la resurrección lo que permitió que la justicia de Jesús fuese acreditada a nuestra cuenta. La justificación requiere la resurrección, y la justificación no es solo «como si nunca hubiera pecado» sino también «como si siempre hubiera obedecido».

Porque Jesús ha satisfecho perfectamente a Su Padre, los que estamos en Cristo también somos agradables a Dios. Esa es una consecuencia de la resurrección; que somos aceptados; que somos aprobados por Dios, porque Dios ha aceptado y aprobado la obra que Jesucristo hizo en la cruz.

E) La resurrección significa que el poder y el dominio del pecado en nuestras vidas han sido superados.

Esa lucha por ser libre de ataduras pecaminosas, de adicciones… Cristo ya dio esa batalla y ha vencido el poder del pecado para controlarnos. Eso significa que no tenemos que seguir en pecado. Esto no significa que no vamos a pecar, pero sí significa que tomamos las precauciones para no pecar, y todo esto a causa de la resurrección.

Ya no eres esclava del pecado. Ya no es tu maestro. Si has sido crucificada con Cristo, muerto con Él y resucitado con Él, el poder y el dominio del pecado en tu vida ha sido vencido.

Romanos 6: 6-7 6 Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado.

F) La resurrección significa que el mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos está disponible para nosotros.

En Efesios capítulo 1, el apóstol Pablo oró para que los efesios supieran cuál era el poder de Dios, 

Efesios 1: 19-20 19 y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de Su poder. 20 Ese poder obró en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales,

Efesios 1: 19-20 19 También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder 20 que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales (NTV)

¿Qué significa esto? Significa que el mismo poder que Dios envió para levantar a Cristo de entre los muertos y que causó que Él se sentara a la diestra del Padre en los cielos, ese mismo poder está trabajando en nosotras, el poder de Cristo. El poder de Su Espíritu Santo vive, mora en nosotras. Ese mismo poder para obedecer a Dios, para vencer el pecado, para caminar con Dios, para amarle y agradarle, ese mismo poder está disponible para nosotras.

Preguntémonos: 

¿Vives con esperanza o solo sobrevives en esta tierra lo mejor que puedes?

¿Vives con las promesas de Dios en tu corazón?

¿Vives con temor?

¿Vives libre del pecado o aún tienes hábitos que te atan?

¿Vives como si Cristo realmente hubiera resucitado de entre los muertos?

¡Gloria a Dios por su infinito poder manifestado en Jesucristo!

 Síguenos en el siguiente episodio para ser Edificada en Cristo

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